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La lucha contra el 83: DLC

Siguiendo con la serie de artículos de «La lucha contra el 83», tras repasar las ediciones especiales, llega el turno de los polémicos DLC o contenidos descargables de pago, un recurso que podría ser muy bueno de cara al jugador pero cuya concepción es distinta en la industria.

Hace años existían en los juegos de PC una pequeña cosa llamada expansiones. ¿Quién no ha jugado a un «Age of Empires» y después disfrutado de una expansión que añadía alguna nueva cultura? Las expansiones no eran un juego completo, no ocupaban tanto, pero tampoco eran una pantalla extra, eran algo más… una expansión como su nombre decía.

Llegó la alta velocidad a Internet y llegaron las consolas-PC con disco duro y conexiones a la red, y en un mercado cada vez más digital aquellos pequeños cds se vieron obligados a cambiar de nombre. Pasaron a ser, o así al menos me gusta verlo a mi, Downloadable content. ¿Es malo el DLC? No tiene porque serlo.

Particularmente me gusta tener físicamente todos mis juegos, pero con un extra de esta categoría duele menos y no hay que negar que los canales de distribución habituales son muy limitados (en los videojuegos pasa como en el resto de las «artes», únicamente hay un acceso rápido y fácil a los productos con más nombre y promoción).

Desde el punto de vista empresarial todo son beneficios en este sentido, y además se puede utilizar en cierta manera el DLC como un elemento contra la piratería. Ahora bien, creo que no hace falta aclarar que el concepto de DLC que un usuario medio puede tener es muy distinto al que, por desgracia, puede tener una empresa media. Hay casos que dan auténtica vergüenza ajena, como capítulos que faltan en la historia principal, trajes o canciones a precios de escándalo, modos de juego bloqueados y otros horrores que ocasionalmente saltan a la luz en la prensa especializada y que desgraciadamente han de ser rentables, pues continúan repitiéndose.

Lo más triste es que el famoso epílogo del Prince of Persia es uno de tantos contenidos que se han sacado del juego original para cobrar unos pocos euros después por él.

Los famosos y polémicos trajes de Capcom… pero a la compañía de Megaman hay que echarle de comer aparte en lo que a contenido descargable se refiere.

Cuando antes de que el juego salga a las tiendas ya tenemos anunciado el DLC, el jugador medio se pregunta, «¿Y por qué demonios no lo meten en el juego de primeras?», y si esa herramienta publicitaria llamada «hype» no lo ha cegado es posible que se espere a la edición GOTY, o al menos a que baje de precio.

Ahora bien, no todo el DLC es horrible. El DLC puede ser una gran herramienta para extender la vida del juego y aumentar su popularidad. Ejemplos no faltan. Siempre podemos ver la historia principal desde el punto de vista del villano o de otro personaje, y si ello incluye más fases y una jugabilidad distinta nadie se va a quejar y muchos pasaremos por caja para ver otro ángulo de la historia. El DLC puede ser un simple paquete de misiones extras, aunque sean inconexas, lanzadas mucho después que el resto del juego. El contenido nostálgico puede ser algo más que las ropas del Cloud de turno, pueden ser personajes y escenarios de anteriores entregas de la franquicia que garanticen horas y horas de diversión.

El DLC de GTA IV se vendería solo… sin embargo, la gente de Rockstar decidió currarse prácticamente un juego nuevo para que estas ventas aseguradas no fueran luego un lastre cara a la quinta entrega o a nuevos contenidos

En los juegos actuales, donde además el juego de red tiene un componente muy importante en ocasiones, el DLC puede servir también para revitalizar el juego y llenar los servidores de antiguos jugadores con algo de nostalgia que mejoren la experiencia de los jugadores noveles.

Incluso en los juegos de mascotas o deportivos podríamos considerar cierto componente publicitario y la posibilidad de que estos se fueran actualizando mediante DLC de calidad, y no mediante nuevas entregas que no tuvieran entre ellas grandes diferencias.

Hay pocas cosas más tristes en este mundillo que un mundo virtual vacío, un DLC puede servir para revivirlo…

Particularmente creo que los contenidos descargables son, o deberían ser, algo bastante positivo. De una forma opcional permiten alargar la vida de un juego y expandir este para aquellos que lo deseen. Hay no pocos ejemplos de buenos DLC, aunque por desgracia hay todavía más de flagrantes timos o abusos donde las empresas han visto sencillamente una oportunidad para exprimir los bolsillos de unos consumidores cuya fidelidad poco les importa.

Un pack de canciones de un determinado grupo puede ser un buen regalo, sin embargo una avalancha de temas a precios no razonables acaban siendo varias púas en la tapa de una franquicia que en su día generó tanto como Guitar Hero.

¿Qué opináis de este tipo de contenido? ¿Los compráis? ¿De qué tipo? ¿Con asiduidad?


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eter

Artículo escrito por eter (@eter_nigromante) del blog La torre del nigromante.

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12 Respuestas

  1. NeoJ dice:

    No creo que haya mucha gente a favor de los DLC. Son lo peor que hadado la generación :/
    Los Borderlands tambien tienen DLC bastante majos

  2. Ni uno ni medio ni un cuarto: odio los DLC, sobretodo los de pago. Soy muy purista en el sentido en que me gustan los juegos tal y como salen al mercado, y así los valoro por ello. Si luego meten DLC gratuíto, pues bienvenido sea, pero cobrar aparte por un contenido apartado del juego (que incluso está dentro del CD/cartucho) siempre será para mí un timo: sea algo necesario para disfrutar del juego o sea algo inútil. Está el tema de las expansiones, claro. No me gustan, pero al menos tienen mucho más contenido que lo que se pueda atrincherar con transacciones sueltas. En todo caso, prefiero siempre lo natural.

  3. Roy Ramker dice:

    La idea de los DLC me parece maravillosa y estoy a favor de ellos, y sé que hay buenos DLC y hay malos DLC, como todo en esta vida, pero también es cierto que jamás he comprado un DLC, porque al igual que ha comentado pepinilloguerrero, me gusta valorar y disfrutar los juegos tal y como salen al mercado.

    Lo malo es que los DLC para muchas compañías se han convertido en simples sacacuartos para exprimir a los consumidores sin ningún tipo de pudor o escrúpulo, pero como siempre digo, no es tan fácil como echarle toda la culpa a las compañías, pues si continúan por este camino es porque la gente los compra, ¿no?

  4. Al Yarritu dice:

    En principio, estoy de acuerdo: los DLC no tienen por qué ser algo malo, sino todo lo contrario. Sí, yo soy de los que en su día jugó a Age of Empires y quedaron encantados con las expansiones: más campañas, unidades, civilizaciones, etc. ¿Por qué no iba a estar de acuerdo con lo mismo, pero en formato DLC?

    Ah, pero ahí llegamos al problema: no suele ser lo mismo. Quizás es porque al ser una descarga digital en vez de un disco, las compañías no visualizan tan bien su importancia, pero es que se han llegado a extremos abusivos, que podría resumir en los siguientes:

    1. Precio excesivo (a veces que no se gratuito ya es un precio excesivo para ciertas cosas). Especialmente evidente para nimiedades como uno o dos mapas extra, o unos trajes diferentes.

    2. DLC sacados el primer día de venta del juego. Como bien has dicho, la pregunta del consumidor es: ¿y por qué no los meten directamente en el disco en lugar de pagar por ello? La respuesta de las compañías es que así no funcionan los métodos de trabajo, y que es una buena manera de mantener en activo a equipos enteros para seguir ofreciendo contenidos a los usuarios. Lo cual es comprensible, claro, pero más comprensible es que los consumidores decidan no pagar. Que ellos son los que tienen el dinero, no lo olvidemos. Recuerdo el caso de Mass Effect 2 y 3: el primero tenía DLC el primer día, pero gratuito, y se entendía más como una medida para premiar al comprador original y castigar al pirata. En Mass Effect 3, sin embargo, fue DLC de pago desde el primer día.

    3. DLC en disco. Como dice pepinilloguerrero, esto es un timo. Realmente, lo es. Obivamente la respuesta legal es que, en cuestiones de software, tú pagas por la licencia, no por el producto en sí. Pero sigue siendo una patada para el consumidor.

    Algún día, espero que sea más temprano que tarde, alguien llevará a las instancias de protección al consumidor de la Unión Europea estas estrategias de DLC (es que en temas de videojuegos a nadie se le ocurre protestar hasta arriba, quizás porque aún se ve como un juguete). Y con un poco de suerte, veremos cambios. Hasta entonces, sólo hay una estrategia posible: no pagar por aquello que consideres un abuso.

  5. eter dice:

    Actualmente la inmensa mayoría son una desfachatez… el extremo por supuesto es cuando el contenido ya está en el disco como en el famoso caso de Resident Evil… pero cuando ya desde el principio tienes DLC planificado antes de salir a las tiendas, sencillamente me dan ganas de no comprarlo salvo que este sea gratuito (clásico acicate para incentivar ventas).

    Pero también hay DLCs buenos. Rockstar se curra unos paquetes descargables brutales. Un juego de estrategia puede traer campañas de juegos anteriores (mientras no lleguen al timo de Disgaea). Un juego como Smash Bross habría recibido muy bien un paquete con Little Mac y algún que otro protagonista carismático de sagas (aunque una cosa es eso y otro el rooster sospechosamente corto del Smash de la play).

  6. Al Yarritu dice:

    Sí, hay DLC buenos por ahí. He mencionado ya el caso de Mass Effect 2, con su DLC gratuito para compradores originales. También me gusto el DLC «Behind her blue flame» de Valkyria Chronicles, que es precisamente una mini-campaña desde el lado de los villanos… Y, en fin, aquellos que funcionan como las antiguas expansiones en disco.

    El resto, un largo historial de abusos.

  7. GredXII dice:

    Yo creo que los DLC no son malos de por si, pero también creo que muchas compañías están haciendo un uso «poco ético» de los mismos.

    Como bien comentas, antaño, en PC ya había este tipo de contenidos llamados expansiones (algunos eran simples añadidos, otros significaban variaciones importantes respecto al producto inicial), y con las consolas empezaron a ver que se podía hacer algo parecido (cosas que hoy serían DLC o juegos «arcade» antes podían ser expansiones que se vendían aparte en su caja propia y eran un juego por si mismas).

    El problema está en fragmentar un juego con la idea de venderlo incompleto o a piezas. Si los DLC fueran «gratis» (algunos lo son) podrían justificar esta aparición a plazos para alargar la vida útil del juego (como por ejemplo, ir regalando trajes nuevos cada X tiempo, o añadir personajes de vez en cuando para recuperar a aquellos jugadores que ya se han cansado del juego). Pero cuando el DLC afecta los bolsillos de los jugadores ya es otra historia.

    ¿DLC? Si, pero usando el sentido común, que no puede ser que estén desarrollando un juego y sepas antes que DLC (de pago, como no) tendrá el juego que no como será el juego en si.

  8. Moy dice:

    Prefiero a la antigua si habia trajes alternativos u otros personajes me gustaba mas desbloquearlos que ahorita bajarlos con un coste extra y quitandole toda la diversion de buscar como desbloquear a la antigua :)

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    […] si hay algo con lo que no he conseguido transigir es con la nueva moda de los DLCs y, sobre todo, con las descargas digitales. Y es algo que en cierto modo me preocupa, ya que todo […]

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