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Guía de supervivencia a la crisis para jugones (I): a la caza del saldo

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Un fantasma recorre Europa y el resto del mundo, y esta vez no se trata, como hace siglo y medio, del comunismo: es la crisis, temida palabra que socava los cimientos de la democracia y del bienestar social, por no hablar de otros aspectos menores de la vida que también tienen su grado de importancia en nuestra felicidad. Por ejemplo, el que más de cerca nos toca a los lectores y colaboradores de Otakufreaks, que es el de los videojuegos. Y es que ¿cómo diablos podemos mantener una dieta de entretenimiento electrónico saludable cuando el paro juvenil supera el 50%, el de la población general rebasa el 25%, los sueldos bajan en caída libre… y los precios de los videojuegos siguen tan altos como hace diez años?

Porque eso es algo que no ha cambiado respecto a los años de aparente bonanza que precedieron a nuestra actual situación: si algún juego te ha puesto los colmillos tan largos que TIENES que comprártelo nada más salir al mercado, ya puedes ir preparándote para aflojar la friolera de entre 50 y 70 euros, según la plataforma para la que lo busques. Y eso ya era un palo muy grande para la economía en la época en la que ser mileurista era lo más habitual, pero ahora que el mileurismo es un sueño inalcanzable se convierte en un torpedo directo a la línea de flotación de nuestras finanzas personales… sobre todo para aquellos que no se han independizado todavía y tienen que depender de la semanada que le dan sus padres para pagarse sus vicios.

Ante tan terrible panorama, muchos sentiréis la tentación de recurrir a métodos poco honorables (aunque no ilegales, en contra de lo que dicen ciertos colectivos de “defensa de los autores”), pero otros preferiréis no caer a esos niveles, ya sea porque no queréis que los pobres desarrolladores de juegos se mueran de hambre, ya sea debido a que andar trasteando con cracks, NoCDses y demás truquillos sucios os provoca dolor de cabeza. ¡Hasta puede que tengáis ambos motivos a la vez, y algún otro que a mí mismo se me escapa! ¿Que podéis hacer para seguir jugando sin tener que arrasar vuestra economía doméstica y sin comprometer vuestra ética personal?

Si todavía os hacéis esa pregunta, ¡enhorabuena, porque estáis leyendo el post adecuado para resolver vuestras cuitas! Por gentileza de Roy Ramker (¡LOOR A SU AUGUSTO NOMBRE!), yo, el Pequeño Perdedor, os ofrezco un extracto de la sabiduría que he acumulado a lo largo de años de rebuscar por tiendas, videoclubs, páginas de venta digital y lugares todavía más extraños en busca de juegos interesantes a precios asequibles para mi paupérrima cartera, a través de la serie de posts que comienzan con el que estáis leyendo en estos instantes.

Antes de continuar: no, no soy tan arrogante de pensar que soy el único que se ha dado cuenta de estas cosas. Más de uno (y de dos, y hasta de dos docenas) de los que leéis estás palabras ya sabréis muchas de los trucos de buen comprador que voy a ir exponiendo aquí; de hecho, algunos conoceréis métodos mejores, o tendréis matices que plantear a los que yo expongo, y os invito de todo corazón a que los expliquéis en los comentarios. Dicho esto, ¡adelante con la guía!

"Creo que voy a pensarme dos veces lo de comprar el nuevo Sim City"

«Creo que voy a pensarme dos veces lo de comprar el nuevo Sim City»

Antes de nada, ten listas tus herramientas
La mitad del trabajo de encontrar un juego barato consiste en informarse sobre qué juegos pueden interesarnos y cuáles es mejor evitar, pues sólo así podemos diferenciar una ganga de un juego que está a precio de risa porque ni hartos de vino deberíamos comprarlo. Para ello, es importante que contemos con fuentes de información, y que sepamos utilizarlas. Estas son las que yo utilizo:

  • Metacritic: dejando de lado la credibilidad que concedamos (o no concedamos) a su método de agregar las puntuaciones, lo cierto es que esta página permite tomar el pulso a lo que la prensa especializada (y la afición) piensan de cada juego. Además, puede alertarnos de aspectos controvertidos (por razones justificadas o injustificadas) de un título: si, por ejemplo, la mayoría de las críticas profesionales son muy positivas, mientras que la mayoría de las críticas de usuarios son negativas, puede significar que el final les pareció una patata (Mass Effect 3), o que hay un problema MUY SERIO con el sistema antipiratería del juego (el nuevo SimCity, Diablo III), o que los fans son una pandilla de quejicas histéricos (demasiados casos para nombrarlos, incluyendo -puede- alguno de los antes mencionados). Si vuestro inglés no está a la altura, u os llama más la atención una alternativa en castellano, podéis recurrir a Nota media, de la que el propio Roy Ramker (¡LOOR A SU AUGUSTO NOMBRE!) ya habló por estos lares hace algún tiempo, pero su muestra de medios no es tan grande como la de Metacritic.
  • Medios especializados: como, por ejemplo, este mismo blog, u otros medios que conozcáis o de cuya existencia os enteréis a través de enlaces, recomendaciones, algún extracto interesante publicado en Metacritic… La idea es que os hagáis con una lista de lectura de revistas online, webs de juegos y blogs cuyo criterio encaje con vuestros gustos, o que se especialicen en vuestros géneros favoritos. La clave es que podáis fiaros de sus análisis: nadie es perfecto, pero unos medios se acercan más que otros, aún en un mundillo tan sospechoso de plegarse a las presiones de las distribuidoras y desarrolladoras como éste.
  • Amigos: si os gustan los videojuegos, es de esperar que tengáis amigos con los que hablar de ellos, ya sea cara a cara o por Internet. Es posible que sus gustos sean muy distintos a los vuestros, pero si os conocéis lo bastante, y sabéis de qué pie cojea cada cual a la hora de coger el pad (o el ratón), seréis capaces de guiaros por su consejo a la hora de comprar juegos… aunque sea eligiendo aquellos que Menganito pone a parir porque sabéis que odia exactamente la clase de juegos que os encantan.

Además de esto, es conveniente que cultivéis la cuarta de las virtudes cardinales: la templanza. Esto es porque, en la búsqueda de juegos baratos en la que pronto os vais a embarcar, vais a encontraros con más ofertas tentadoras de las que puede abarcar vuestra cartera, lo que os obligará a dominar vuestro impulso de comprároslas todas, a seleccionar la que os parecen más ventajosas, o bien las que sean más susceptibles de desaparecer para la próxima vez que queráis aprovecharlas.

Esto es lo que pueden dar de si veinte euros en un buen día de caza

Esto es lo que pueden dar de sí veinte euros en un buen día de caza

¡Vámonos de tiendas!
El primer lugar donde vamos a buscar alimento para nuestra sed de entretenimiento (¿o debería decir “hambre”, ya que hablo de “alimento”?) son las tiendas de videojuegos en formato físico, ya que:

  • En este país todavía desconfiamos bastante de las compras por Internet, lo que hace que comprar los juegos con caja y disco nos siga resultando atractivo.
  • Buena parte de los aficionados a los videojuegos no tenemos cuenta corriente ni tarjeta de crédito, ya sea por edad o por no haber entrado todavía en el mercado laboral, por lo que tenemos que tirar de efectivo.

Lo primero que debemos hacer es tener bien localizadas las tiendas de videojuegos de nuestro entorno. Las más fáciles de encontrar son las tiendas pertenecientes a franquicias como GAME, Gamestop, Gameshop, pues todas cuentan con localizadores de tiendas en sus respectivas webs y aparecen con facilidad en Google Maps, aunque yo me decanto por dar cancha a las pequeñas tiendas locales… en el supuesto de que sigan existiendo, que tampoco es que lo tenga muy claro. En este apartado incluyo también a los videoclubs tipo Canal Ocio y similares, que suelen tener una selección interesante de juegos de segunda mano.

Nuestro siguiente paso consiste en dar una “vuelta de reconocimiento” por cada tienda o gran superficie que tengamos identificada, para determinar:

  • dónde está la sección dedicada a juegos de nuestra plataforma de entretenimiento preferida.
  • dónde tienen las ofertas.
  • dónde están los títulos de segunda mano.
  • qué juegos de entre los que interesan tienen un mejor precio.

En esta primera exploración, es aconsejable llevar en mente un precio máximo a pagar (por ejemplo, no más de veinte euros por un juego salido hace seis meses, no más de diez por uno más antiguo o que no sea triple A, y así) y tomar nota de aquellos títulos que cumplan ese requisito y nos interesen. No es aconsejable llevar dinero, para así no tentar el natural espíritu acaparador que todo friki lleva dentro, pero si queréis romper esta regla es mejor que llevéis una cantidad escasa, no superior a los diez euros; así, si encontráis una de esas gangas que aparecen una vez en la vida (del tipo “colección completa de Baldur’s Gate por TRES COCHINOS EUROS”) os la podréis llevar al instante, en vez de arriesgaros a que “vuele” antes de vuestra siguiente visita.

Una vez hecha la vuelta de reconocimiento, es hora de volver a casa y planear nuestra siguiente visita, esta vez con algo de dinero (o algo más de diez euros, en el caso de que lleváramos dinero en la primera visita), eligiendo el establecimiento que tenga las ofertas más interesantes para nuestro gusto y nuestro bolsillo para llevar a cabo nuestra siguiente visita. En esta segunda pasada, es aconsejable priorizar las ofertas que tengan más probabilidades de agotarse rápido: por ejemplo, un título famoso a buen precio puede volar más rápido que uno menos conocido, pero también es probable que lo repongan antes si se agota.

"En ocasiones veo gangas... mezcladas con juegos normales"

«En ocasiones veo gangas… mezcladas con juegos normales»

Juegos del año, segunda mano y otras complicaciones

Desde la llegada de la presente generación (la de PS3 y Xbox360, para los que leáis este artículo en un futuro algo más lejano), a las habituales preocupaciones que uno debe tener en mente a la hora de comprar un juego se han unido otras adicionales: los métodos que las distribuidoras y desarrolladoras han ideado para poner freno a la segunda mano, en la creencia de que así potenciarán las ventas en el momento de lanzamiento. Esto conforma toda una serie de factores extra a tener en cuenta, sobre todo cuando rebuscamos en la zona de segunda mano:

  • Ediciones “Juego del Año”: cuando una compañía saca un juego de gran éxito, y luego le añade los consabidos contenidos descargables/expansiones, podemos esperar con una razonable seguridad que, una vez este ciclo termine, saldrá a la calle una “edición Juego del Año” que ofrecerá a los rezagados el juego original y todo su contenido adicional por un precio más asequible. Lo hemos visto con la saga The Elder Scrolls, con Borderlands, y con los juegos de Batman de Rocksteady; por otra parte, no lo hemos visto con el Mass Effect 2 y 3, ni con el Dragon Age II, pero hasta Bioware sacó una “Legendary Edition” del primer Dragon Age. En caso de que uno de los juegos que nos interese pertenezca a esta categoría de “candidatos a una edición Juego del Año”, y en especial si su desarrolladora y/o su distribuidora han sacado ediciones similares de otros juegos en el pasado, conviene esperar a que saquen dicha edición… y, dependiendo del precio, esperar un poco más a que se ponga lo bastante barata; tomando como referencia mi plataforma favorita, el PC, una edición Juego del Año a 19’95 euros empieza a ser digna de que nos rasquemos el bolsillo.
  • Pases de temporada: otro de los trucos para potenciar las compras de primera mano frente a las de segunda mano, este sistema consiste en incluir en el juego original un código de un solo uso que ofrece al jugador acceso a contenidos descargables de cierto interés: armas nuevas, objetos nuevos, e incluso personajes secundarios y misiones nuevas. Mass Effect 2, Rage o Dead Space 2 son algunos de los más notables en el uso de esa táctica. Dependiendo de lo que nos interese (o no) el susodicho contenido, tal vez nos convenga pillar el juego nuevo en vez de comprarlo de segunda mano y descubrir que tenemos que pagar un extra por esa misión especial que tan largos nos ponía los dientes.
  • Steam: no voy a negarlo, Steam me encanta, y de sus múltiples bondades (y de las de otros servicios similares) hablaré más adelante, pero a la hora de comprar en formato físico supone un problema… siempre que intentemos comprar de segunda mano. Si un juego implica activación obligatoria en Steam, eso quiere decir que a partir de entonces está adscrito a una cuenta concreta, sin importar a manos de quién vaya en el futuro la copia física. Así que, cuando compréis de segunda mano, vigilad que en la contraportada no salga el pistón plateado sobre fondo negro en una esquinita.

Con todo esto, ya estáis listos para empezar a bandearos por el mundillo de las compras en formato físico. Pero cuidado, que el buen jugón no descuida otros caminos alternativos para nutrir su vicio. Permaneced atentos a futuras entregas, que en ellas iremos comentándolos. Hasta entonces, ¡buena caza!


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Pablo Saiz de Quevedo

Artículo escrito por Pablo (antes Pequeño Perdedor) del blog La Página Negra.

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11 Respuestas

  1. Tuxlive dice:

    Yo siempre he sido de comprar los juegos el mismo día de salida pagando su precio en oro, pero últimamente como muchos estoy tirando de estos truquitos para ahorrar todo lo posible, al final a parte de buitrear ofertas como todo dios acabo tirando de importación o vendiendo juegos que ya no uso (no colecciono juegos por suerte para mi bolsillo) y abaratando mi próxima compra sino con los precios que se gastan no hay manera.

    Respecto al primer punto me gusta que saques el tema de los amigos como medio de información, de todas las formas de conocer un juego siempre me ha parecido la mejor, charlar con un amigo sobre videojuegos y que te hable sobre su última compra sin destriparte demasiado hacía que fuera raudo a un videoclub a alquilar el susodicho y si luego me gustara comenzara a darle el coñazo a mi padre para que me lo comprara, eso e ir directamente a la tienda y fiarte de las carátulas y tu instinto son cosas que hecho de menos de otras generaciones aunque a veces metiera la pata, pero cuando dabas con la tecla (como cuando me compraron el Lost Vikings sin saber nada de él) la sorpresa era MAYUSCULA.

  2. Al Yarritu dice:

    Yo, salvo casos muy específicos, sigo las mismas reglas que tú dices.
    -Antes de pensar en comprar, comprobar si el juego es bueno o malo, y qué dicen de él los aficionados.
    -Echar una ojeada en varias tiendas, comparando precios.
    -Ninguna compra impulsiva por más de 10 euros.
    -Steam.

    Cuando he de hacer desembolsos grandes, pueden pasar meses antes de que tome una decisión. Esa sin duda es una de las ventajas de los videojuegos: si tienes paciencia, puedes tomarte tu tiempo.

  3. Roy dice:

    Yo lo esperar 2 o 3 meses como mínimo para comprar cualquier juego ya es algo que llevo por norma en la práctica mayoría de juegos, la única excepción son los de Nintendo que sé que no bajaran de precio ni a tiros o la típica rareza japonesa de la que llegan 4 unidades contadas y luego es imposible de comprar en tiendas.

    Y lo de las ediciones GOTY más de lo mismo, los juegos que «huelen» a GOTY vale la pena esperar 1 añito para tenerlo todo completo y mucho más barato, aunque entiendo que para algunos si es un juego muy esperado no van a esperar, pero en mi caso, teniendo cuatrocientos mil juegos en lista de espera, pues no me supone ningún problema.

    • Al Yarritu dice:

      Jajaja, lo de los juegos de Nintendo es cierto. Mucha confianza tienen en que van a vender bien a largo plazo… y normalmente tienen razón. Cómo se nota el poder de una buena marca, aunque haga daño luego a los bolsillos.

      • BloodyKefka dice:

        Yo con las consolas hago algo parecido: siempre me espero como mínimo un año despues de su lanzamiento.

      • Roy dice:

        Es que hay casos que son realmente sorprendentes, ahí están el Mario Kart DS o el New Super Mario Bros Wii al mismo precio de salida pese a que tenemos sus sucesores en nuevas consolas, pero es que claro, si los jodidos siguen vendiendo en normalidad por muchos años que pasen, ¿para qué van a bajarles el precio?

  4. BloodyKefka dice:

    Básicamente yo no tengo otra opcion que hacer esto si es por lo legal, tanto antes de la crisis como ahora.

  5. sokomizer dice:

    Antes era un asiduo de páginas de análisis de juegos y demás, pero hace tiempo que «paso» de ellas; simplemente llegas a un punto en el que sabes lo que te puede gustar y lo que no.

    Sobre cuándo comprar un juego, pues depende del propio juego. Lo que compro últimamente son sobre todo JRPG tipo Tales of Graces f, Ni No Kuni, Persona 4 Golden… Son esos juegos que sabes que como te esperes un año será imposible encontrarlos en cualquier tienda, así que los compro de salida para tenerlos y olvidarme. Además con este tipo de juegos no suelo rascarme mucho el bolsillo por convicción de que estoy en cierto modo ayudando a la compañía y estoy siendo fiel a mis principios.
    Y luego están esos juegos que sé que me gustarán pero que no tengo problemas en esperar a que bajen de precio unos meses, años, o generaciones enteras.

  6. Juan dice:

    – Juego nuevo al que tengo muchas ganas: cae de salida en la mayoría de los casos.
    – Juego que me puede gustar, pero no considero indispensable: tiro de segunda mano u ofertas.

    Eso básicamente, también compro algo por internet, después de contrastar páginas.

  1. 28/04/2013

    […] Empezamos la caza del saldo, mientras que vemos juegos japoneses en esta generación. El ojo vago lo sufrimos muchos hace años, y según parece, el Tetris puede ser la solución. […]

  2. 10/05/2013

    […] Guía de supervivencia a la crisis para jugones (I): a la caza del saldo por Pequeño Perdedor. En tiempos de crisis, nada mejor que esta guía para poder comprar videojuegos baratos. […]

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